Por Beto Arán.
Lanzado el 23 de mayo de 2005, celebró sus 17 años de vida. La segunda producción de la superbanda de Chris Cornell y los Rage Against the Machine, se terminó por convertir en una placa de culto.
El 23 de mayo de 2005, mismo día de su lanzamiento, Audioslave, conquistó el número 1 con su segundo álbum “Out of Exile”. Un éxito abrumador que sólo ratificó el talento creativo de una banda que consolidó una textura sónica única y personal, haciendo de su concepto una verdadera marca registrada. No en vano, hoy existen muchas agrupaciones y proyectos que tomaron el estilo de Cornell y compañía, como un excelente argumento para desarrollar su música. Sino, escuchen el último material de Jhon Norum, guitarrista de Europe.
Pero volvamos a lo nuestro. Ni siquiera habían pasado tres años desde que los miembros de Rage Against the Machine, Tom Morello (guitarra), Tim Commerford (bajo) y Brad Wilk (batería), formaron el nuevo supergrupo con el entonces líder de Soundgarden, Chris Cornell. Un escenario que se gestó por recomendación del mega productor, Rick Rubín. Su debut homónimo surgió a fines de 2002 y vendió más de tres millones de unidades, pavimentando el camino para una gira extensa hasta fines de 2003. Un período que culminó con una nominación al Grammy en 2004, elevando aún más las expectativas alojadas sobre el nuevo material.
Cabe destacar durante algunas entrevistas, los miembros de la banda reconocieron que su unión creativa había evolucionado a pasos agigantados desde el debut. Y claro está, su música contaba con una variedad de sonidos –algunos muy eclécticos- que los fanáticos podían reconocer más explícitamente no solo como el sonido de Soundgarden o Rage Against the Machine. Muy por el contrario, paulatinamente se había consolidado verdadero sonido “Audioslave”.
Como era la tradición, Rubin y Brendan O’Brien, se encargaron de las tareas de producción e ingeniería. El deseo de forjar su propio camino, quedó muy claro con el gran éxito de la canción principal del álbum. Enfrentó un ritmo masivo contra versos tranquilos. Asimismo, inyectaron otro par de sencillos, “Be Yourself” y “Doesn’t Remind Me”. Ahí modificaron cambiaron la estructura sónica con riffs y melodías lineales. Sin ir más lejos, con algunas de las letras más explícitas que Cornell hubiese escrito. Mientras que el punto final del álbum, “Dandelion”, se sumergió en un ritmo pegadizo de psicodelia.
La garganta de Cornell, se consumió de emocionalidad en temas como “Heaven’s Dead” y “The Worm”, muy a la onda Led Zeppelin. A su vez, Morello, lució lo mejor de sus habilidades en canciones como “Drown Me Slowly”, “The Curse” y “Yesterday or Today”.
El regreso de Audioslave, fue nada menos que triunfante, con más millones de álbumes para ser vendidos en el horizonte mientras el cuarteto se embarcaba en otra travesía por cobertizos estadounidenses y festivales europeos en el transcurso de 2005. Lástima que la magia no duraría y la banda se dividiría poco después del lanzamiento del tercer y último álbum, “Revelations”. El resto de la historia es conocida por todos.
Hoy te invitamos a revivir este hermoso LP.