MONSTERS OF ROCK: EUROPE Y SCORPIONS CONFIRMAN EL VALOR DE SU TRAYECTORIA ARTÍSTICA

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El Movistar Arena fue testigo de una velada que quedará grabada en la memoria de los fanáticos

Por Beto Arán.

Con localidades agotadas, reuniendo a todas las generaciones amantes del rock & roll, se celebró una nueva edición del Monsters of Rock. Un histórico festival que reúne a leyendas vivientes del hard rock y el heavy metal. Esta quinta edición no fue la excepción: Europe, Queensrÿche y Scorpions ofrecieron shows memorables, en una noche cargada de nostalgia, virtuosismo y pasión.

Desde temprano, los alrededores del Movistar Arena se fueron poblando de fanáticos con camisetas de las bandas, otros portando vinilos y hasta pancartas con mensajes para sus ídolos. De igual modo, toneladas de cerveza que aportaron a consolidar el entusiasmo en la previa. Todo lo anterior, bajo un ambiente familiar y de completo relajo.

La atmósfera era la de una reunión de viejos amigos, una comunión entre generaciones unidas por la música. Y una vez dentro del recinto, esa energía se convirtió en pura euforia.

Europe: una lección de elegancia y potencia

Los suecos fueron los encargados de encender la caldera. Una responsabilidad que asumieron, desplegando un show que rozó la perfección. Con una sobria pero efectiva puesta en escena, la banda liderada por Joey Tempest desató una verdadera avalancha de clásicos, recorriendo más de tres décadas de carrera. Fator que tampoco fue impedimento, para repasar su reciente discografía, ratificando que el quinteto no vive sólo de su mediático pasado.

Desde los primeros acordes de “Walk the Earth” o “War of Kings, quedó claro que la banda está más vigente que nunca. Tempest, carismático y en plena forma vocal, se adueñó del escenario con su clásica energía, moviéndose sin cesar y conectando con el público con una naturalidad envidiable. Sonaron joyas como “Rock the Night”, “Ready or Not”, “Carrie” y “Superstitious”, mientras la audiencia coreaba cada estrofa como si fueran himnos eternos.

Uno de los momentos más emotivos fue, sin duda, el bloque dedicado al álbum que marcó un antes y un después en la historia del grupo: “The Final Countdown”. La banda repasó varios temas de ese disco, culminando con la explosiva interpretación del tema homónimo, que provocó una ovación ensordecedora.

Fue una auténtica celebración de un vínculo que se mantiene intacto desde su recordada presentación en el Festival de Viña del Mar de 1990, y que ahora se renueva con fuerza. Además, Tempest dejó entrever que un nuevo álbum está en camino, lo que entusiasma aún más a sus seguidores chilenos.

Scorpions: el rugido alemán que estremeció Santiago

Luego de la presentación de Queensrÿche, que ofreció un set potente aunque algo más breve, llegó el turno de los gigantes alemanes: Scorpions. Lo que siguió fue una verdadera clase magistral de cómo ofrecer un show de rock en estadios. Pirotecnia, pantallas colosales, un sonido impecable y una ejecución instrumental arrolladora se conjugaron para crear un espectáculo inolvidable.

Desde el arranque con “Gas in the Tank” hasta los infaltables “Still Loving You”, “Big City Nights” y “Rock You Like a Hurricane”, los Scorpions demostraron por qué son una de las bandas más queridas del género. Klaus Meine, con su voz intacta, y Rudolf Schenker, enérgico como en sus mejores épocas, comandaron una performance que desbordó carisma, profesionalismo y emoción.

El público, lejos de ser un mero espectador, se convirtió en parte activa del show. Cantó, saltó, se emocionó y acompañó a las bandas con una entrega total, como si cada canción fuera una parte de su propia historia. La conexión fue total y constante, generando momentos mágicos de comunión entre artistas y fanáticos.

 

 

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